A lo largo de mi experiencia como profesora de yoga veo llegar a mi centro nuevos practicantes. Normalmente el motivo que hace que una persona quiera practicar yoga tiene que ver mayoritariamente con una dolencia o limitación física y en menores ocasiones con un motivo de índole emocional.
Me encanta conocer a mis alumnos, sus necesidades y objetivos, ya que estos motivos serán los que me sirvan de inspiración y dirección para el diseño y programación de mis clases de yoga, con la idea de adaptación y personalización de la práctica. Me enfocaré en la progresión más acertada para que la evolución sea lo más rápida y efectiva posible, de manera que obtengan ese resultado que necesitan. Sin embargo, comencemos el enfoque de las clases por un motivo físico o psicológico, sé que el yoga con seguridad, abarcará en la persona aspectos mas sutiles, globales y transcendentes integrándose sin darse cuenta en el practicante la conciencia y el conocimiento de si mismo, de su ser, una experiencia difícil de explicar, pero maravillosa de percibir.
La práctica desde esta nueva sensación hace que la clase de yoga sea una combinación perfecta de un trabajo físico, emocional y espiritual , ya que yoga significa unión; unión de cuerpo, mente y espíritu. Podrás percibir el instante presente, anclando tu mente, cuerpo y sensación en el. Te permitirá acceder a la parte mas sutil y autentica de ti mismo, percibirás con mas conciencia y comprensión la vida , tu entono y a ti mismo. Podrás convertirte en alguien mas tolerante , sensible, flexible, estable, resistente, versátil, seguro, decidido, amable, etc. En general sé, que el yoga te equilibrará en los aspecto que tu necesites y eso es para mi, «La magia del Yoga».
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